Con la Carta apostólica Patris corde (Con corazón de padre), el Papa Francisco recuerda el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal por el Beato Pío IX y, con motivo de esta ocasión, desde el 8 de diciembre del hasta el 8 de diciembre de 2021 se celebrará un año dedicado especialmente a él.
Un padre amado, un padre en la ternura, en la obediencia y en la acogida; un padre de valentía creativa, un padre trabajador, siempre en la sombra: con estas palabras el Papa Francisco nos invita a contemplar a san José, "una figura extraordinaria, tan cercana a nuestra condición humana" compartiendo algunas de sus reflexiones personales. Lo hace en la Carta apostólica Patris corde.
En el trasfondo de la Carta Apostólica, está la pandemia de Covid-19 -escribe Francisco- "en medio de la crisis que nos está golpeando, que «nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes —corrientemente olvidadas— que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo."
"Cuánta gente cada día demuestra paciencia e infunde esperanza, cuidándose de no sembrar pánico sino corresponsabilidad. Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración. Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos" Todos pueden encontrar en san José —el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta— un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad. San José nos recuerda que todos los que están aparentemente ocultos o en 'segunda línea' tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. A todos ellos va dirigida una palabra de reconocimiento y de gratitud".
Os invitamos a leer la Carta Apostólica, para acceder podéis pinchar en el enlace:
Carta apostólica Patris corde del Santo Padre Francisco
Que San José, creyente en la promesa, nos acompañe en este tiempo de Adviento, os dejamos con la oración final de la Carta Patris Corde:
Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal. Amén.