Toda casa es un candelabro I de Cristina Inogés Sanz

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Toda casa es un candelabro I de Cristina Inogés Sanz

Exhortación Amoris Laetitia del Papa Francisco

Toda casa es un candelabro (I)

 

Comentario de Cristina Inogés Sanz

 

El término <camino> aparece alrededor de setenta veces sin contar los sinónimos como <itinerario>, que aparece dos o tres solamente. Se podría decir que el Papa Francisco nos presenta un programa sin la más mínima rigidez ya que en la Iglesia es necesaria una unidad de doctrina y de praxis, pero ello no impide que subsistan diferentes maneras de interpretar algunos aspectos de la doctrina o algunas consecuencias que se derivan de ella. Esto sucederá hasta que el Espíritu nos lleve a la verdad completa (cf. Jn 16,13), es decir, cuando nos introduzca perfectamente en el misterio de Cristo y podamos ver todo con su mirada. Además, en cada país o región se pueden buscar soluciones más inculturadas, atentas a las tradiciones y a los desafíos locales, porque «las culturas son muy diferentes entre sí y todo principio general [...] necesita ser inculturado si quiere ser observado y aplicado» [3]

Este largo texto es un libro de instrucciones para pastores (de mayor o menor rango jerárquico), para quienes participan en la pastoral familiar, prematrimonial, matrimonial, para quienes están al frente de la pastoral juvenil, y para todos aquellos que desean vivir el amor con alegría. Pero ¡cuidado! No se trata de instrucciones ya desarrolladas. Vemos la razón porque ahí está parte del encanto del documento.

Ver que <camino> aparecía tantas veces, me ha hecho pensar qué sentido tenía la presencia de esa palabra y decidí analizarla unida a la palabra <Iglesia> que también aparece muchísimas veces. La palabra Iglesia viene de la palabra griega “Ekklesia” que significa  <asamblea> y también <convocatoria>, aunque este significado se utiliza menos, y he llegado a la conclusión de que el Papa Francisco nos CONVOCA a CAMINAR juntos en busca de soluciones para PERSONAS, no de soluciones para mejorar o completar documentos, o hablar de instituciones de otra forma. El centro de la Exhortación es la PERSONA.

En su ensayo Desnudez, compuesto a su vez por una colección de pequeños ensayos, el filósofo Giorgio Agamben, en el titulado ¿Qué es lo contemporáneo?  entre otras preguntas se formula esta: “¿Qué significa ser contemporáneo?” Y responde así: es aquel que mantiene la mirada fija en su tiempo, para percibir, no sus luces, sino su oscuridad. El poeta contemporáneo, el filósofo contemporáneo, puede percibir sus luces, pero lo que le caracteriza es la visibilidad de lo oscuro.

Creo que el Papa Francisco es contemporáneo y percibe la oscuridad y el caos en el que vivimos. […] consideraré la situación actual de las familias en orden a mantener los pies en la tierra [6]. Por eso habla y escribe para encender linternas más que para iluminar directamente porque la experiencia de cada uno, su linterna, dará matices que iluminarán la oscuridad, los problemas reales de la vida de muchas personas, con matices de intensidad o de color apropiados a cada una de esas personas.

Al citar el verso de Borges toda casa es un candelabro (8) interpreto que Francisco quiere transmitir una imagen de familia donde todos los miembros unidos, como los brazos de un candelabro al eje del mismo, mantienen a la vez la unicidad de cada uno como las velas de ese candelabro. En un lenguaje coloquial se podría decir que no somos ‘medias naranjas de nadie’ sino naranjas enteras.

Asume que es muy difícil solucionar los problemas, pero es mejor conocerlos que vivir conformes en la ignorancia. Es más sano aceptar con realismo los límites, los desafíos o la imperfección, y escuchar el llamado a crecer juntos, a madurar el amor y a cultivar la solidez de la unión, pase lo que pase [135]

Hay que tomarse su tiempo ante la Exhortación. El hilo conductor que une los nueve capítulos es eminentemente pastoral. El texto está escrito sobre una sólida base: la Biblia, que es el marco del documento; la cultura del tiempo; la teología de la familia; y la muy personal forma de pensar y de expresarse este Papa. Es decir, estamos ante una Exhortación a tres voces: la del magisterio de la Iglesia manifestado en las citas de Juan Pablo II, Benedicto XVI y, Pablo VI; la de los Padres sinodales y la del propio Papa Francisco.

- La Biblia: Desde el principio el Papa insiste en que la familia se entiende a partir de la Biblia con todos sus modelos, desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Sin embargo, si se lee con mucha atención se ve que hay un modelo de familia que no ha salido a la luz: el modelo de familia del Cantar de los Cantares. Es un modelo más y aquí no aparece.

- La cultura del tiempo: Es una preocupación constante del Papa Francisco acercar el mundo y la Iglesia. Repito: acercar el mundo y la Iglesia; no acercar el mundo a la Iglesia que sería muy diferente. Nos CONVOCA a CAMINAR juntos en misión. Hay que moverse hacia fuera.

El Papa pasa a exponer, ampliamente, su conocimiento concreto de la sociedad actual sin idealizar y sin juzgar. Deja claro que para él es importante no hacer de la Iglesia una sociedad apartada, desconectada de la realidad del mundo, o peor todavía, hacer de la Iglesia un espacio de juicio para el mundo.

Ve necesario el anuncio de la vida según el evangelio, pero con mucha humildad al mismo tiempo que hace, e invita a la Iglesia a hacer, una autocrítica sobre la forma en la que ha hablado del matrimonio (nº 36-37).

Habla de pastoral positiva, acogedora, que posibilita una profundización gradual de las exigencias del evangelio. Y habla de la poca capacidad proactiva para mostrar caminos de felicidad (nº38), es decir, nos habla de la poca iniciativa que hemos tenido en el desarrollo de acciones creativas y audaces para generar mejoras en el campo de la pastoral familiar. Dicho claramente que hemos vivido del ‘porque siempre se ha hecho así’.

- La teología de la familia: La mayor parte de la Exhortación consiste en una relación de sabios consejos para vivir la vida de familia según el evangelio. El lenguaje, y este es el otro gran encanto del documento, es fresco, sencillo, y asequible para todos, lo que no es obstáculo para presentar una continuidad con el Magisterio de la Iglesia (tan formal en tono y forma), ni para abordar cuestiones sobre sexualidad con toda naturalidad.

Las ya tradicionales, en el mejor sentido del término, tres palabras: <por favor> <con permiso> y <gracias> que tan regularmente repite el Papa, están presentes, en ese día a día de la familia porque es necesario desarrollar hábitos para interiorizar los valores desde niños [266].

El ideal del matrimonio no puede rebajar sus expectativas, sin embargo, la palabra rigidez queda excluida.

- La forma de expresarse de este Papa: Que cite a Beneditti, Borges, Octavio Paz, Josef Pieper (que pasa muy desapercibido pero citando tanto a Santo Tomás era difícil que no apareciera), Erich Fromm, Gabriel Marcel, Dietrich Bonhoeffer, Martin Luther King, o la película El Festín de Babette, es una muestra más de lo importante que es salir y que ’fuera’ hay tanto bueno como dentro y, además, explicado de otra manera. Y, por supuesto, no podía faltar el sentido del humor. Que no pasa nada por provocar una sonrisa en un documento oficial. Eso de no ver a las suegras como ‘seres invasores’ [198] es antológico citarlo así en una Exhortación Apostólica. 

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