LA SANTIDAD DE LA PUERTA DE AL LADO
"Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: en los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo [...]
Esa es muchas veces la santidad 'de la puerta de al lado', de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios (Gaudete et Exsultate, 7)