ASOMBRADOS
De este "Educar para el asombro", de nuestro amigo Andrés García Inda.
Con la alegría y el entusiasmo de la amistad, nos hemos adentrado en sus páginas.
Y hemos encontrado una ponderada descripción del acontecimiento educativo, lejana tanto de principios abstractos como de la complicidad con lo simplemente dado. Lejos de "resultadismo" y del mito de la innovación pedagógica. ¡Bien!
Una pequeña teología de la educación que apunta al misterio del crecimiento, de la construcción del yo.
¡Felicidades, Andrés!