Un Canto al Sacerdocio... La paciencia. El sorprendente fermento del cristianismo en el Imperio Romano

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Un Canto al Sacerdocio... La paciencia. El sorprendente fermento del cristianismo en el Imperio Romano

"Perseverantes y unidos en la oración, junto con María (Cf. Hechos 1:14)".

Hoy, día en que celebramos la memoria de la Virgen María, Reina de los Apóstoles, nos hemos unido al rosario con el Papa confiando el mundo a la intercesión de María por la salud de toda la humanidad que sufre la pandemia. Oración en comunión con los más grandes  Santuarios de los cinco continentes y en unidad con todos los cristianos. La celebración de esta tarde, promovida por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Evangelización, contó con la participación de hombres y mujeres que representaron grupos de personas afectadas por la pandemia. Un primer grupo a través de un médico y una enfermera representó a todo el personal sanitario que ha servido incansablemente en este tiempo. Un segundo grupo, integrado por una persona curada y otra que ha perdido un familiar, hizo presentes a todos aquellos que han sido afectados por la enfermedad. Un tercer grupo, un sacerdote capellán de hospitales y una religiosa enfermera, representó a los consagrados cercanos a los enfermos o probados por la pandemia. Un farmacéutico, una periodista representaron a todas las personas que han permitido el funcionamiento de los servicios esenciales. Asimismo, participaron un voluntario de la Protección civil, acompañado de su familia y un bebé, signo de esperanza y de la victoria de vida sobre la muerte (Fuente Vatican News).
Continuamos desde esta experiencia de oración y en la vigilia de la fiesta de Pentecostés, junto a María con "Un Canto al Sacerdocio". Contamos con un gran amigo de las Librerías ARS y de las Siervas Seglares de Jesucristo Sacerdote: Don Julio Cabezas Barba. Sacerdote Operario Diocesano, Vicario Parroquial en la parroquia de San Cristóbal y San Rafael en Madrid. Subrayamos su experiencia en la dirección de ejercicios espirituales, en el acompañamiento espiritual y como formador. Ha sido Rector del Seminario de Guadix durante muchos años y fue asimismo, director espiritual en el Colegio Español de Roma. Agradecemos su aportación a través una reseña escrita en la que recomienda el libro de Alan Kreider, La Paciencia. El sorprendente fermento del cristianismo en el Imperio Romano, Ediciones Sígueme (Salamanca, 2017): 
¿Por qué recomiendo su lectura?. Primero ¿por qué lo estoy leyendo yo?
Sacerdote que intenta hacer lo que puede como Vicario Pastoral en la Parroquia San Cristóbal y San Rafael, de Madrid. Con mis 57 años (en agosto 58) de sacerdote, es la primera Parroquia como destino. ¡Siempre el seminario acompañando en su formación a los futuros sacerdotes!
Pues bien, con mi sueño de Fraternidad  de querer hacer de esta 'parcela parroquial' una Comunidad Evangelizadora, en misión y en diálogo con el mundo de hoy, y con mi pequeña experiencia parroquial eché mano de fuentes originales: las primeras comunidades cristianas, su constitución, vida y misión. Y comencé a leer LA PACIENCIA. 
Es un libro erudito, ampliamente documentado en su reflexión y que hay que leer desde la fe, metiéndose en el proceso de ese 'grupo' llamado cristiano que nace del anuncio de la Resurrección de Jesús como acontecimiento de salvación. En la contraportada del libro se nos pregunta:"¿Cómo pudo un grupo mistérico del Mediterráneo oriental desarrollarse hasta sustituir a los reconocidos y bien financiados cultos que contaban con el respaldo del Imperio y de la aristocracia? ¿Y cómo llegó a convertirse en el siglo V en la religión oficial?. Subrayo algunos puntos o realidades que el autor encuadra y expone como indicadores del grupo cristiano:
1-  La paciencia como virtud transversal de todo el proceso. La paciencia como 'fermento' para esa realidad, el cristianismo, en 'constante proceso de fermentación', de crecimiento. "El bien polimorfo' de la paciencia" que tiene sus raíces en el Dios paciente. La paciencia que escapa al control humano, que no manipula los resultados, vive sin excesivas preocupaciones... y arriesga. La paciencia que no tiene prisa, no es violenta, promueve la libertad... y siempre espera...
2.- El estilo, modo de vivir peculiar y distintivo de los cristianos. El autor lo denomina "habitus", configurado por unos muy sencillos componentes, nada de extraordinarios, pero con gran fuerza identificadora .  Entresaco algunos:
- Reunirse con frecuencia en asamblea para orar, alabar, dar gracias a Dios..., proclamar la Palabra y memorizarla; comer juntos compartiendo la mesa como una nueva familia y darse el beso de la paz.
- Asistir a los pobres, enfermos y cautivos y practicar la hospitalidad.
-Donar dinero para la caja común y alimentar a los necesitados.
-Discernir cuidadosamente a qué actos sociales decir 'sí' y a cuales decir 'no'.
-No obligar a nadie a creer... y afrontar la muerte sin temor.
3.- Proceso catecumenal bautismal como preparación para poder participar en la vida comunitaria con plena integración. Se formaba 'desde' la vida y 'para' la vida en coherencia con su condición de hijos y hermanos que confiere el bautismo.
-Proceso sacado de los escritos y autores cristianos de la época. "Los planteamientos catequéticos cristianos no tenían paralelo en el mundo antiguo y configuraron en buena medida el testimonio de la Iglesia".
4.- El culto que "vigorizaba sin cesar la vida comunitaria de los cristianos". Afirmaban que semana tras semana se encontraban con Dios en el culto, que implicaba tanto el corazón (lo afectivo) como la cabeza (lo mental), según Tertuliano.
-Cuidaban los 'banquetes-eucaristías', proclamaban la Palabra y hacían las oraciones en común; cuidaban los gestos y actitudes con respuestas a necesidades concretas... tensiones, enfrentamientos...
-Se daban el beso de la paz que serviría como símbolo de identidad, reconciliación, unidad y paz. 
Los cristianos con su 'habitus' iban formando en la sociedad una especie de 'ecosistema' de la paz. ¡El Reino de justicia, verdad, amor y paz!
Para todo el que esté interesado en cómo nace y crece la comunidad cristiana, aun con el viento en contra...
Recomiendo el libro LA PACIENCIA. El sorprendente fermento del cristianismo en el Imperio Romano... pero ¡leedlo con paciencia!
¡Agradecemos a Don Julio esta valiosa reseña y la invitación a la lectura! ¡Ven, Espíritu Santo, Ven!

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